Aristóteles, en su libro Ética a Nicómaco, dice que para vivir como un hombre hay que elegir un blanco (honor, gloria, riqueza, cultura) y apuntar hacia él con toda la conducta.
Creemos que no ordenar nuestra argentinidad es señal de necedad. Abrumados, estresados y ensimismados, casi no nos enteramos de tantas cosas simples y tradiciones que ocurren a nuestro alrededor y que nos pueden hacer feliz en el cada día.
Pensemos en un mañana sin apuros y regada con una buena mateada entre los seres queridos.
Pensemos en la gauchada que recibimos de buena gana.
Pensemos en la sonrisa que nos tiende alguien.
La libertad de luchar por conseguir un país que nos merecemos, es el gran desafío que nos cabe.
Y quizás podamos creer en hallar un sentido, soslayándolos con la premisa:
“Cuándo hay un porqué para vivir, se supera cualquier cómo”
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